Testimonio y solidaridad

La verdad es que es un orgullo, abrir el periódico y encontrarte a un compañero de Hermandad, dando testimonio y ejemplo de solidaridad y compromiso, pues la humanidad y la entrega es aquello junto con la Semana Santa y mucho más de cerca por su Virgen de la Misericordia y María Stma. del Dulce Nombre, por lo que se desvive el secretario y capataz de la Misericordia, además de sus hijos y su mujer a los cuáles les mandamos un fuerte abrazo.
os dejo a continuación tanto la entrevista y la foto extraída del periódico Lanza de la capital.
“La gente está aprendiendo a beber; hay poca intoxicación etílica”21/08/2011 - 21:23 Escrito por Belén Rodríguez
Viéndole en acción, como el viernes dirigiendo el apoyo que Protección Civil prestó a la policía para la corrida de José Tomás, nadie diría que José Antonio Santacruz, voluntario de la agrupación de Ciudad Real es empleado de banca y dirige una sucursal. Impone más que un policía, algo de lo que ni siquiera es consciente: “Ahora sí, en 2002 cuando entré, no”, bromea, mientras explica por qué dedica decenas de horas de su tiempo libre al año a atender las emergencias que acarrean los actos multitudinarios.

Aunque empezó por curiosidad, porque no le gustaba mucho salir de copas por sistema y quería hacer algo diferente en su tiempo libre, Santacruz reconoce que ha terminado enganchándose y, como el viernes, está dispuesto a prestar servicio trece horas seguidas igual que otros voluntarios de Protección Civil mientras otros se divierten: “Esto se hace porque al final te engancha, se quema adrenalina y se convierte en tu afición. En Protección Civil tenemos un poco de todo, aunque hay mucho personal sanitario que ama tanto su trabajo que están dispuestos a trabajar gratis fuera de su horario laboral”.

Pero que nadie se haga una idea falsa, Santacruz no aborrece las fiestas, esta semana también ha tenido tiempo de salir a dar una vuelta con su mujer (a la que conoció en Protección Civil), y sus hijos por el ferial, sólo que prefiere vivirlas de otra manera.

En estos años de voluntariado además de haberse formado como técnico para conducir vehículos de transporte público y de técnico en ambulancia y UVI móvil, también ha aprendido mucho de festejos y de comportamiento humano: “Tenemos la idea de que la Pandorga es la intoxicación etílica, sin embargo hay muchas más asistencias por cortes y contusiones, por descuidos como llevar sandalias en el botellón y cortarse con un cristal que por excesos con el alcohol”, aclara.

Los síncopes, colapsos de personas que se meten en lugares de mucho tumulto y se desmayan también están a la orden del día en Pandorga y otros festejos.
En estos años también ha notado cómo han ido variando los comportamientos, “ahora vemos más reyertas y la edad de la gente que empieza a beber es más temprana, pero sin embargo hay menos comas etílicos. Lo comentaba con los compañeros, parece que la gente está aprendiendo a beber, lo vemos mucho en la ‘limoná’, antes de la ‘zurra’ nos llegaba muchísima gente al Torreón en pésimo estado, ahora no, se echan más el vino encima. Hay poca intoxicación etílica”, dice.
Y esta feria según dice ha sido un poco más de los mismo, “cortes, caídas, contusiones y también alguna intoxicación etílica”.

Con semejante trabajo voluntario son algunas las experiencias al límite que José Antonio Santacruz guarda en la mochila. Todavía no ha olvidado al hombre que entró en parada cardiorespiratoria y murió pese a los intentos por reanimarlo en la romería de Alarcos, “el cuerpo se me quedó sensible unos días”, explica. En 2003, recién llegado a la agrupación, también participó apoyando a los bomberos cuando fueron a sofocar el incendio tras la explosión en la refinería de Repsol de Puertollano, “nosotros simplemente estábamos a disposición de los bomberos para darles comida, refrescarlos, etc, pero estuvimos al lado de los tanques ardiendo”, rememora. Y sobre todo se queda “con las amistades que se hacen, aquí hay esfuerzo y compromiso, esto es un trabajo voluntario y se nota”.

Disfruta más "al soletón"
Este voluntario de la Agrupación de Protección Civil de Ciudad Real (coordina uno de los grupos), se ha enganchado tanto a su labor como voluntario que según dice disfruta más al soletón, pendiente de ser últil en un gran acontecimiento, que de copas. Él es uno de los ochenta voluntarios que forman parte de la Agrupación de Protección Civil de Ciudad Real, que, dividida en cuatro secciones o grupos de entre quince o veinte personas, se reparten su presencia como apoyo a la policía y los equipos sanitarios en todos los acontecimientos del año en la ciudad, que son muchos.

Según Santacruz cada semana hay un grupo de guardia del que se echa mano para lo que pueda surgir y luego se establecen servicios especiales, como la feria de agosto, en el que cada grupo está operativo dos días o, como el viernes, uno de los días de mayor aglomeración de público, en el que se dobló servicio por lo que los diez voluntarios del retén habitual de la feria estuvieron también por la tarde en las inmediaciones de la plaza de toros en la que estaba el gran acontecimiento del día, la corrida de José Tomás. Todo terminó bien.