Juan Pablo II y Juan XXIII |
Toda Roma palpita ya en el acelerado ritmo que marcan los últimos preparativos para un fin de semana histórico. La doble canonización de hoy no tiene precedente en la historia de la Iglesia Católica, que hacía sesenta años, desde la de Pio X, que no vivía esta ceremonia santa.
Por
eso, cada rincón de la ciudad vibra con el fervor de los miles de
visitantes que van llenando sus calles.
Los tapices
con las imágenes de Juan Pablo II y Juan XXIII, los mismos que fueron
utilizados el dia de su beatificación, cuelgan de la fachada San Pedro.
Los Papas: Francisco, Benedicto XVI, Juan Pablo II y Juan XXII. |
DOS PAPAS VIVOS Y DOS SANTOS
La
ceremonia será co-oficiada por el papa Francisco y el papa emérito
Benedicto XVI, según ha confirmado el portavoz de la Santa Sede,
Federico Lombardi. Sin
embargo, no está previsto que el papa Benedicto esté en el mismo altar
que el resto de los concelebrantes, entre 130 y 150 cardenales llegados
de todo el mundo para la ocasión.
Además, 1.000 obispos y 870 sacerdotes se encargarán de dar la comunión.
La presencia de Benedicto XVI era una incógnita hasta hace unos días y fue finalmente confirmada el jueves
por el presidente de la Obra Romana de Peregrinaciones (ORP), Liberio
Andreatta.
La Plaza de San Pedro contará así con la presencia de “dos papas vivos y dos papas santos”, como destacó el mismo Andreatta en el momento del anuncio.
De esta forma se producirá un hecho histórico: cuatro Papas coincidirán en la Plaza de San Pedro del Vaticano.
Además, para dar la comunión a los fieles,
además, habrá 70 diáconos, 600 sacerdotes en la Plaza de San Pedro y en
la Plaza Pio XII y otros 200 diáconos en la Vía de la Conciliación, una
de las principales de la ciudad.
Durante la ceremonia, las
reliquias de Juan XXIII serán entregadas por cuatro sobrinos nietos, por
el alcalde Sotto il Monte, Eugenio Bolognini y presidente de la
fundación Juan XXIII, Marco Roncalli. Respecto a las reliquias de Juan
Pablo II, serán entregadas por Floribeth Mora, la mujer de Costa Rica
que sufrió un ictus y se curó milagrosamente gracias a la intercesión de
Juan Pablo II.
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